Si vamos en un automóvil podemos conducir durante kilómetros en modo “piloto automático”, sin estar realmente conscientes de lo que estamos haciendo en ese momento. De la misma manera, en una gran parte de nuestra vida, podemos no estar realmente “presentes” en lo que hacemos.

              En el modo “piloto automático” los eventos a nuestro alrededor, nuestros pensamientos, emociones y sensaciones pueden desencadenar viejos patrones de funcionamiento, que generalmente son inútiles y nos bajan el ánimo. Si somos más conscientes de nuestros pensamientos, emociones y sensaciones nos damos la posibilidad de tener más libertad y mayores posibilidades de elegir cómo queremos actuar.

              ¡No estamos obligados a dejarnos llevar por los viejos patrones mentales que nos dieron problemas en el pasado!